De los veintiún siglos de la historia, los dos últimos siglos concentran el 71% del total del crecimiento que ha experimentado el mundo. Este crecimiento vertiginoso se debió a un conjunto de condiciones propias del Capitalismo que ha propiciado la expansión de la riqueza y el bienestar a través de su principal y genuino motor: las empresas. De forma lógica secuencial, los humanos en un encuentro con la realidad han tendido a agruparse con el fin de disminuir los costos de mantener su existencia e incrementar los beneficios, tras ensayos de formas de organización, se acentuó la forma más eficiente de organización: la empresa.
La empresa, en esencia, es un ente compuesto por individuos en la que a través de una estructura organizativa y propósito buscan alcanzar determinados fines en base a diversos medios limitados. Para su expansión es necesario un conjunto de reglas de juego basadas en derechos naturales como la propiedad privada y la libertad. Una empresa para empezar a existir necesita de recursos base, el capital inicial que se deriva del ahorro (suspensión de consumo) el cuál garantizado (propiedad privada), a través de una coordinación eficiente da origen a los bienes o servicios. En base a la libertad como la comercial, se transan los productos que permite la recuperación de la inversión y crecimiento. Si su fin, la generación del bien o servicio, tiene recepción en el mercado conseguirán ganancias que le permitirán continuar con su ciclo de producción; caso contrario, perecerán y significa que la propuesta de valor no fue relevante para la sociedad. En el mercado, a largo plazo, solo sobreviven empresas que tienen propuestas de valor aceptados por la sociedad. Financieramente, se verá reflejado en una preservación o incremento de la capacidad de generar beneficios en términos relativos, rentabilidad.
En el Capitalismo las empresas juegan el rol fundamental en el crecimiento, desarrollo y bienestar de la sociedad, son los generadores de riqueza. Canalizar los recursos (ahorros) a través de la bolsa de valores en la compra de acciones u otro instrumento de las empresas es una de las formas más eficientes de rentabilizar los ahorros y contribuir en el progreso, se fondea a los motores de progreso de la sociedad. Ten en consideración que a largo plazo sin lugar a dudas puedes alcanzar buenos retornos, por lo que la decisión de inversión recae en las empresas que selecciones para invertir. También ten en consideración que el sistema está inmerso a los ciclos económicos, por lo que verás etapas en la que los precios de las acciones de la empresa de tu selección caer, pero no dudes que si logras identificar buenos negocios habrá una recuperación, incremento del precio de la acción, y apreciación de tu capital.