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Revisión crediticia previa a la entrega de inmuebles: cómo evaluar a inquilinos y compradores de forma efectiva

Por: Dacker Gonzales

Alquilar o vender una propiedad es una decisión importante. No se trata solo de cerrar una operación y entregar las llaves: detrás de cada trato hay una apuesta por la seguridad, la confianza y, por supuesto, el retorno de la inversión.

En ese contexto, conocer la situación crediticia de una persona —ya sea inquilino o comprador— se vuelve una práctica casi obligatoria, especialmente en un país como el Perú, donde el acceso al crédito ha crecido, pero también los casos de morosidad.

Este artículo es una guía clara y directa para quienes están en el mundo inmobiliario y buscan minimizar riesgos al momento de cerrar un trato.

¿Por qué importa el historial crediticio?

Porque es un reflejo, bastante fiel, del comportamiento financiero de una persona. Saber cómo alguien ha manejado sus deudas en el pasado te da pistas de cómo podría manejar sus compromisos contigo.

Cuando alquilas, quieres asegurarte de que el inquilino podrá pagar puntualmente mes a mes. Y cuando vendes (sobre todo si hay financiamiento de por medio), necesitas saber si el comprador es solvente y confiable.

¿Dónde obtener esta información?

En Perú, existen centrales de riesgo que almacenan y procesan el historial crediticio de las personas. Las más conocidas son:

  • Sentinel
  • Equifax

El interesado puede solicitar su reporte gratuitamente una vez al año. Pero si tú, como arrendador o vendedor, deseas revisarlo, necesitas su autorización por escrito. Es una práctica común, y si el cliente no tiene nada que ocultar, no debería tener problema en darla.

Qué deberías mirar en un reporte crediticio

Cuando tengas el reporte en tus manos (o en tu pantalla), enfócate en estos puntos:

  • Score crediticio: Es un número entre 0 y 999. Mientras más alto, mejor. Un puntaje por encima de 750 ya es bastante bueno.
  • Deudas activas: Qué deudas tiene, con qué entidades y en qué estado están.
  • Historial de pagos: ¿Ha tenido atrasos? ¿Cuántos días? ¿Es un patrón o una excepción?
  • Protestos o deudas castigadas: Esto sí es una alerta roja. Si alguien ya ha sido reportado por no pagar, hay que pensarlo bien.

No todo es el score: verifica ingresos

El reporte crediticio es solo una parte de la historia. También necesitas saber si la persona tiene la capacidad de pagar lo que promete.

Pide documentación de respaldo:

  • Boletas de pago (si trabaja en planilla).
  • Constancia de trabajo o contrato laboral.
  • Recibos por honorarios o declaración jurada de ingresos (si es independiente).
  • Incluso estados de cuenta bancarios, para ver si hay flujo constante.


Un buen indicador es que la renta o cuota mensual no represente más del 30% de sus ingresos.

¿Y si no tiene buen historial? Pide un fiador

No todas las personas tienen historial crediticio. Algunos son jóvenes, recién están empezando, o vienen del extranjero. Otros, lamentablemente, tienen un historial negativo.

En esos casos, puedes solicitar un fiador solidario (también conocido como aval). Esta persona se compromete legalmente a pagar en caso el titular no lo haga. Por supuesto, debes revisar también el perfil del fiador: su score, sus ingresos y si tiene bienes a su nombre.

El contrato es tu escudo

Una vez que decides avanzar, es fundamental que el contrato refleje claramente todo lo acordado. Asegúrate de incluir cláusulas como:

  • Fechas de pago.
  • Penalidades por retraso o incumplimiento.
  • Tiempo mínimo de permanencia (en el caso de alquiler).
  • Garantías y condiciones para su devolución.
  • Posibles causales de resolución anticipada.


Un contrato bien redactado no evita problemas, pero sí te da herramientas claras si tienes que actuar legalmente.

¿Quieres ser más riguroso? Hay formas

Si quieres hacer una revisión más profunda del perfil de tu potencial cliente, puedes consultar:

  • SUNAT o SAT, para ver si tiene deudas tributarias o multas (Sentinel también reporta).
  • El portal del Poder Judicial, para verificar si está involucrado en juicios.


Recuerda, evaluar la condición crediticia de un inquilino o comprador no es desconfiar, es proteger tu inversión. Hoy, más que nunca, los propietarios y agentes inmobiliarios deben actuar con criterio profesional y usar todas las herramientas disponibles para tomar decisiones informadas.

Un buen cliente no solo paga a tiempo, también cumple, cuida el inmueble y construye una relación basada en la confianza. Y todo empieza con una buena evaluación.

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